miércoles, 25 de mayo de 2022

La Verdadera Pascua (Paste 2)

En el escrito anterior hablamos del verdadero origen de la Pascua, es una fiesta que Dios marcó para que se celebrara para siempre, fue cuando el pueblo de Israel es liberado de la esclavitud en la que vivieron por cuatrocientos años bajo la opresión de Egipto.

Jesús la noche que fue aprehendido estuvo celebrando la Pascua con sus discípulos y en esa cena también celebró el Nuevo Pacto, del cual hablaremos hoy.

El nuevo pacto es el pacto de la gracia, el cual Jesucristo consumó en la cruz. Y así como aquel pueblo fue liberado después de matar un cordero, asarlo y comerlo, además de aplicar la sangre sobre los dinteles de sus casas para ser librados de la muerte. De la misma manera pero espiritualmente, nosotros al creerlo y participar de Él, somos trasladados de un ámbito de tinieblas y pecado, hacia una nueva atmósfera de luz y vida.

Al celebrar la Pascua estamos celebrando nuestra libertad en Jesucristo, y ahora de forma legal recibimos todo lo que él pagó en la cruz, ese único pacto que ahora nosotros celebramos en comunión con él, nos lleva a recibir más grandes cosas de lo que recibió aquel pueblo que fue liberado: primero de la muerte, después de la esclavitud y además aquellos salieron enriquecidos, fuertes y ninguno enfermo. ¿Cuánto más crees que nosotros podemos recibir de Jesús al creer?

¿Por qué el nombre de Pascua? Es la traducción del hebreo Pésaj, que significa “pasar” Este término hace referencia a lo que Dios dijo: “Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo.”

 ¿Ahora dime? ¿Qué tiene que ver tan grande y maravilloso acto de amor, con unos huevitos de coneja? ¡Nada! (Brevemente te comento que ya sé a qué se refiere aquella tradición de una coneja poniendo huevos, pero no me extenderé, es una tradición pagana, lo cual significa que es contraria a Dios. –Puedes buscar en goolge “Origen del conejo de pascua”-). 

martes, 19 de abril de 2022

El Poder de la Cruz


 

En el escrito anterior (te sugiero que lo leas para seguir en la misma frecuencia) hablamos de que el hombre cuando cayó en el engaño, le entregó a Satanás toda la autoridad que Dios había puesto en sus manos, cuando los bendijo con estas palabras:

«Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». (Ge. 1:28 NTV)

Al creer a Satanás y caer en el engaño le cedieron toda la autoridad, por eso es que cuando Jesús fue tentado en el desierto, el mismo Satanás le dice:

“ …le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,  y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.” (Mateo 4:8 NTV)

Allí habló como el dueño de todo, pero Jesús ya conocía la victoria que estaba por delante y por supuesto lo puso en su lugar al responder: “¡Vete de aquí Satanás! Las escrituras dicen: Sólo al Señor tu Dios adorarás”. Y en Hebreos 2:14-15 dice algo muy poderoso, allí está la explicación más concluyente de la obra consumada en la cruz…

14Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. 15 Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte. (Heb. 2:14-15 NTV)

Y aquí no se refiere al temor de morir, se refiere a todo lo que proviene de la muerte, todo lo que entró con el engaño: Enfermedad, escases, pobreza, ruina, abandono… es decir todo lo que te daña, roba, angustia, eso es el “temor a la muerte”

Nosotros fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, podemos leer y entender que todo fue creado por medio de Su Palabra, mismo Jesús sanó, resucitó muertos, multiplicó panes, etc por medio de Su palabra. Nosotros al tener temor comenzamos hablar palabras de muerte y eso creamos a nuestro alrededor.

El diablo sólo tiene que poner temor en ti para que comiences a hablar lo malo y entonces eso estaremos creando.

Ejemplo:

1.-Hay una pandemia ¿Tú que dices?

A) ¡Nos vamos a morir! Cuídense mucho, no salgan, etc… (Temor-muerte)

B) Jesús se llevó todas las enfermedades y a mí ninguna cosa mortífera me dañará. (Fe-vida)

2.- Mañana tenemos que pagar la renta y no hay ventas.

A) ¿Qué vamos a hacer? Tenemos que pedir un préstamo. (Temor-muerte)

B) Mi Dios suplirá todo lo que necesito porque él es mi proveedor y nada me faltará. (Fe-vida)

Hay todos los ejemplos que quieras, Dios nos dejó escritas todas las indicaciones: Comerás el fruto de tus labios, el poder de la vida y la muerte está en la lengua, habla lo bueno, agradable y de buen nombre.

Sólo cree que eres hija muy amada de Dios, ya tienes la autoridad, comienza a ejercerla como lo hace Papá, con la palabra.

Falta hablar de la pascua, no te pierdas el siguiente escrito.

La verdadera pascua (Parte 1)

 



Es un momento emocionante, glorioso y majestuoso todo lo que es la Pascua, hay tanto, tanto que decir… me gustaría explicarlo como algo sorprendente y no como una clase de biblia aburrida (bueno, suele pasar).

Un pueblo esclavizado por más de 400 años es liberado repentinamente, sus vecinos, aquellos que los tenían como esclavos al escuchar la noticia, les entregaron oro, joyas, piedras preciosas; así de pronto ese pueblo era libre y lleno de riquezas.

El día anterior habían recibido indicaciones muy precisas:

Maten un cordero o un cabrito, reúnanse por familias y cenen ese cordero asado hasta terminarlo, lo que no hayan comido quémenlo hasta antes de la mañana. Con la sangre del animal, marquen con un hisopo los lados y la parte superior de cada puerta en donde estén cenando.

El animal seleccionado tenía que ser un macho de oveja o de cabra, de un año y sin ningún defecto.

Éxodo 12: 11-13

11 »Estas son las instrucciones para cuando coman esa comida: estén totalmente vestidos, lleven puestas las sandalias y tengan su bastón en la mano. Coman de prisa, porque es la Pascua del Señor. 12 Esa noche pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primer hijo varón y a la primera cría macho de los animales en la tierra de Egipto. Ejecutaré juicio contra todos los dioses de Egipto, ¡porque yo soy el Señor! 13 Pero la sangre sobre los marcos de las puertas servirá de señal para indicar las casas donde ustedes estén. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo. Esa plaga de muerte no los tocará a ustedes cuando yo hiera la tierra de Egipto.

Esto es histórico, de ninguna manera pienses que es una historieta fantástica que alguien se inventó; así fue como Dios libró al pueblo de Israel (los hebreos) de manos de los egipcios.  A través del tiempo, los judíos han celebrado la fiesta de la pascua año con año, Incluso en la actualidad, porque así fue como lo indicó Dios para ellos.

La última cena que tuvo Jesús con sus discípulos antes de que lo aprehendieran, estaba celebrando esa misma fiesta de la Pascua (Ya que Jesús era judío). Lo maravilloso de esa cena en particular, es que en ese momento Jesús, de forma muy peculiar, nos entrega la manera en la que a partir de ese momento cada creyente puede comer y beber de  Su cuerpo y Su sangre a través de un pedazo de pan y un sorbo de bebida; de esa manera estamos participando con Él del Nuevo Pacto (mucho que explicar al respecto).

Definitivamente tendré que hacer una segunda parte, no te la pierdas, el final es buenísimo!!!

lunes, 11 de abril de 2022

Tu herencia es la vida plena.



La Semana Santa y de Pascua, la mayoría de las personas solamente piensan “¡Vacaciones!” y ¡Sí! Por supuesto, pero hay algo mucho más profundo por saber, no me refiero a lo que todos también sabemos como una tradición: “Jesucristo murió en una cruz”.

Es más, algunos ni idea tienen de lo que es la Pascua y sólo piensan en los huevos de pascua (lo que yo no sé y perdón mi ignorancia, ¿qué tiene que ver la verdadera pascua con una coneja y sus huevos… y por qué de colores y todo eso? Es muy bonito, es cierto, pero no encuentro la relación, en fin)  

Vayamos al principio de los tiempos, en donde encontramos que Dios hizo un hermoso, abundante y glorioso edén para el hombre. Su idea original era que la humanidad viviera en ese esplendor, lleno de vida y disfrutando de una relación íntima con él. Eso lo podemos sacar por conclusión porque a Adán y a Eva les dijo:

«Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». (Ge. 1:28 NTV)

A mí eso me suena a una bendición de prosperidad y abundancia. Pero ya sabemos qué pasa después, Adán no instruyó a su esposa (Eva) correctamente y cuando llegó Satanás a engañarla, ella le creyó todo; Adán también participó del engaño y en ese momento le entregaron a Satanás toda la autoridad que habían recibido de Dios.

A partir de allí entró la vergüenza, el temor, la muerte (aunque los primeros hombres tardaron en morir hasta 900 años, aun así sus cuerpos comenzaron a morir). La muerte nunca ha sido el plan de Dios, por eso dice Su Palabra que el último enemigo que será destruido es la muerte (1 Corintios 15:26).

Cuando Jesucristo entregó Su vida en esa cruz, Él tomó todas las enfermedades y dolencias, la vergüenza, el temor, la desnudez, se hizo completamente pecado (no cometió pecado, Él se hizo pecado, por nosotros) se entregó a sí mismo como sacrificio y pagó todo lo que ningún ser humano hubiera podido pagar. Lo que significa que todas esas maldiciones quedaron anuladas por medio de Jesús y nosotros podemos recibir por gracia todo lo que Dios diseñó para nosotros. 

Así que por gracia nosotros podemos vivir hasta 120 años como Dios lo estipuló desde un principio (Gen. 6:3), llenos de salud, fuerza y vitalidad. Dios nos quería eternos y por esa razón nos entregó el mejor regalo, a Su Hijo, por medio de Jesús nos ha entregado esa vida eterna, una vida plena.

No te pierdas la continuación… ¡Dios te ama y quiere lo mejor para ti! Ya todo fue hecho por medio de Jesús.  

https://www.facebook.com/librosdegabyfalcon 

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Tenemos murallas de salvación


 

Isaías 26:1-3

En aquel día, todos en la tierra de Judá cantarán esta canción:

¡Nuestra ciudad es fuerte! Estamos rodeados por las murallas de la salvación de Dios. 2 Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles. 3 ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!

 

Qué hermosa oración nos dejó el profeta Isaías hace miles de años, incluso todavía no había nacido el mesías, Jesús nuestro salvador, y el profeta ya veía el gozo de la tierra de Judá.

 

El día de hoy leemos “murallas de salvación” y sabemos que se refiere a Jesucristo ¿Quién más sería nuestro salvador? Recuerdo cuando Jesús se apareció a dos de sus discípulos después de haber resucitado, iban camino a Emaús y les dijo…¡Vamos a leerlo!:

 

27 Entonces Jesús los guio por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de él mismo. (Lucas 24:27 NTV)

 

Así que entonces el profeta Isaías habla de Jesús como nuestras murallas de salvación ¿No es maravilloso?

 

Pero vamos a reflexionar un poco más, en aquellos días era muy fácil entender el concepto de una ciudad amurallada, porque si has visto películas o series, entenderás que Judá o Jerusalén, o alguna otra ciudad de aquellos tiempos estaban delimitadas por murallas, en las murallas habían torres altas en donde se encontraban los atalayas quienes vigilaban para dar aviso si se aproximaba algún enemigo o algún peligro.

 

La ciudad tenía puertas por donde entraban mercaderes o salían los ciudadanos para después volver a su ciudad de refugio, su ciudad amurallada. ¿Qué había dentro de aquellas ciudades? Pues ciudadanos, un rey, los ejércitos del rey, había una economía, mercaderes, comerciantes, papás, mamás, hijos, etc.

 

¿Te los estás imaginando? Bien, pues si Isaías profetizó un canto que dice: “¡Nuestra ciudad es fuerte! Estamos rodeados por las murallas de la salvación de Dios”. Entonces mi oración se convierte en ese canto.

 

Es una declaración escrita por el Rey de reyes, el cual me ha hecho su hija, y me dice que estoy junto con Cristo en los lugares celestiales. Eso me da la autoridad de tomar el decreto del Rey y declarar sobre mi vida: ¡Somos ciudades fuertes amuralladas por la salvación de Dios! Y me estaré refiriendo a mi negocio, a mi familia, a todo lo que para mí incluye mi ciudad.

 

Después dice: 2 Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles. Allí estamos nosotros, no hay prohibición, es más bien una invitación para entrar con toda confianza a esa ciudad amurallada donde no habrá ningún peligro. Entonces recuerdo el Salmo 91 “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”… “Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación” ¡Aleluya!

 

¿Por qué vivimos angustiadas? Jesús nos pide sólo una cosa: “Entren a mi descanso”. ¡Dios qué difícil puede resultar esa sencilla cosa! Necesitamos su ayuda, entonces dice:    

 

3 ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!

 

¡Ya está! Mantenernos concentrados en Dios… esto es: No te concentres en tu problema, no te concentres en la enfermedad, no te concentres en las deudas, no te concentres en los contagios… Sólo en Dios ¡Sólo en Jesús!

 

¿Sabes qué he experimentado? Después de mi tiempo de oración, me relajo, sé que Dios ya me escuchó, entonces me pongo a cocinar feliz, o a trabajar cantando, o cuando se puede veo una película, como palomitas y sé que todo estará bien.    

 Con amor Gaby Falcón 

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jueves, 26 de noviembre de 2020

¿En realidad somos justos?

 

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Corintios 5:21 RVR 1960)

¿Se acuerdan que hablamos de lo importante que es estar conscientes, convencidos y seguros de nuestro lugar en el reino de Dios?

Quizá no me he explicado bien, o tal vez no me habías leído antes. De cualquier forma vamos a reiterar.

Reconocer que necesito que alguien me salve porque “ya no puedo más”, es algo que a muchas personas nos pasa por la mente, sobretodo en momentos de turbulencia (hay quienes viven en turbulencia, yo así era). Es en ese momento cuando volteamos al cielo para ver si hay un Dios que nos escucha ¡Y sí lo hay! ¡Es Jesús!

Dice la biblia que lo creamos con el corazón y también lo declaremos con la boca para ser salvados por Jesús. En ese momento en el que Jesús te escucha te toma de la mano y te traslada de las tinieblas a la luz admirable.

Aunque a tu alrededor parezca que no ocurrió nada, en el cielo hay una fiesta porque tú ya eres miembro del cielo, ya eres una nueva persona, Dios te ha entregado un propósito divino y todos en el cielo están felices. Para ti comienza un nuevo camino, y en cierta forma comienzas un entrenamiento para ser como Dios te diseño ¿Padrísimo, no?

Si lo crees, es tiempo de tomar tu lugar en el reino, a la mesa del Rey, porque ya eres hijo amado del Dios Altísimo.

Jesús siendo Rey se despojó de toda Su majestad para nacer de una mujer, se hizo hombre para morir en una muerte que tú merecías por el pecado. En esa cruz recibió en sí mismo tu vergüenza, condenación, enfermedad y pobreza; humillación, rechazo, ofensa, abandono y menosprecio. Lo hizo porque te ama, y al recibirlo él, tú ya no tienes que llevarlo en el alma.

Cuando Jesús escuchó tu oración, te entregó toda Su victoria, por Su gracia te justificó, limpió y apartó para Él, para que fueras la justicia de Dios en Él, es decir, para que tuvieras una relación correcta con Dios por medio de Cristo.

¡Así que podemos decir que somos la justicia de Dios por medio de Cristo Jesús!

Reconocer mi lugar en el reino de Dios no es soberbia, es un “Cargo” que lleva responsabilidades, pero Dios mismo nos entrena para ello, así que descansa sin preocupación.  Con toda confianza puedo citar las escrituras: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo Jesús”.

En esta oración estamos declarando santidad, libertad, salvación, prosperidad, sanidad, gozo, paz, victoria, protección, etc. Entre más lo declaras, más lo crees y más se hace evidente en tus circunstancias, no te desesperes, quizá toma tiempo, pero sin duda lo verás.

¡Eres libre hijo muy amado de Dios!

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.  (2 Corintios 5:19 RVR1960)

    

 

viernes, 30 de octubre de 2020

Ya no somos esclavas, somos hijas de Dios (2da Parte)


En la primera parte de este escrito, desmenuzamos la idea de ser hijos, y así como somos hijos de un varón y todo lo que esto significa, así mismo somos hijos de Dios, lo cual es mucho mejor y más agradable.  Ahora vamos a hablar acerca de estos versículos:

¡Despierta, oh Sión, despierta! Vístete de fuerza. Ponte tus ropas hermosas, oh ciudad santa de Jerusalén, porque ya no volverá a entrar por tus puertas la gente impura que no teme a Dios. Levántate del polvo, oh Jerusalén, y siéntate en un lugar de honor. Quítate del cuello las cadenas de la esclavitud, oh hija cautiva de Sión.  (Isaías 52:1-2 NTV)

Una vez que comprendemos que somos hijos de Dios, nos daremos cuenta del gran potencial que hay en esa realidad, y lo primero que ocurrirá es que sabremos que somos amados y libres de toda esclavitud. Quizá te estarás preguntando ¿esclavitud en estos tiempos? ¡No existe tal cosa! La realidad es que somos esclavos de temores, vergüenza, condenación, culpa, control, y no somos conscientes de ello, sin embargo todas esas cosas nos atormentan, nos esclavizan.  

Te invito a imaginar la escena en la que Dios nos habla las palabras que anteriormente cité de Isaías 52:1-2, trataré de describir una escena que Dios ha puesto en mi corazón.

Imagina una persona tirada en el piso, inconsciente, llena de polvo, sus ropas están gastadas, rotas y sucias, incluso está sangrando un poco de los pies, sus rodillas están heridas y su rostro está golpeado. Trae cadenas en el cuello, es un esclavo maltratado y herido, abandonado en medio de la nada, sólo hay polvo.

Un hombre camina hacia la persona con paso firme, no titubea, va directamente a encontrarse con él y al estar junto se inclina, suavemente le retira el cabello que cubre su rostro, se conmueve profundamente, trata de contener el llanto, pero unas lágrimas ruedan por sus mejillas. Traga saliva y dice:

   ¡Despierta, oh mi hijo amado despierta! Levántate del polvo, oh mi amado, quítate del cuello estas cadenas de esclavitud.      

Abre sus ojos y reconoce a su padre, lo abraza con fuerza y llora en su pecho. Lloran juntos y le dice:

   Ponte tus ropas hermosas mi hijo amado, vístete de poder, eres mi hijo y yo soy el Rey, olvídate de la esclavitud. De mi cuenta corre que nunca más entrará a tu vida gente impura que no tiene temor de mí, yo soy el Rey.

   Pero me perdí y te fallé, —responde la persona— ahora estoy aquí y tú me has encontrado, no soy digno.

   Eres mi hijo, eres para mí hermoso y valioso, no importa nada de tu pasado, sólo sé que te encontré y quiero darte todo lo que es mío para que los disfrutes. Siéntate en tu lugar de honor, el que te corresponde por ser mi hijo. No luches más, sólo siéntate y descansa en mi poder.  

No puedo evitar algunas lágrimas salir de mis ojos al escribir estas palabras, es el amor de Dios trayendo libertad a nuestros corazones. Si en algún momento te tocó ver o vivir el encuentro de un papá con su hijo y el abrazo profundo que se rodea de lágrimas, podrás entender esta escena. Solamente te recuerdo que el encuentro de un hijo perdido con el Padre (Dios) es mucho más profundo, real y liberador.

Dios te dice:

“No me importa tu pasado, ni tu condición actual, te he encontrado y de mi cuenta corre que nunca más te hagan daño. Vístete de poder y siéntate en tu lugar de honor porque eres mi hijo amado. Levántate y quita de tu cuello las cadenas de la esclavitud ¡Quítalas! Eres libre y te amo”. 

La Verdadera Pascua (Paste 2)

En el escrito anterior hablamos del verdadero origen de la Pascua, es una fiesta que Dios marcó para que se celebrara para siempre, fue cua...